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Mostrando entradas de abril 26, 2015

Platero y yo

He leído Platero y yo . Y lo he leído con el asombro de descubrir que era la primera vez. Porque este es un libro que casi todo el mundo cree haber leído. Han sido tantos los dictados tomados en las tardes plácidas de escuela que empezaban Platero es pequeño, peludo, suave... que pensamos, sin querer mentirnos, que Platero... es una lectura ya hecha y olvidada. Lo vi en una visita a una librería, con el reclamo de celebrarse el centenario de su publicación, 1914, y lo compré por el gusto de tener un bello libro -con deliciosas ilustraciones de Thomas Doeherty- en casa. Pero cuando lo abrí y pasé de los primeros párrafos comprendí que si hubiera leído alguna vez algo tan bello nunca podría haberlo olvidado. El libro me atrapó entre sus páginas y, en el insomnio de una noche, me ganó para siempre. Si yo hubiera podido ser poeta quizá serían estas páginas las que querría haber escrito. Convertir una mariposa, una flor, las casas, los niños, un árbol, una fuente... en belleza comp