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Mostrando entradas de noviembre, 2011

El aire huele a Navidad

Hemos salido a dar un paseo en este último sábado de noviembre. Nuestra niña de la mano. Nueve añitos. No le da vergüenza ir con nosotros, ni abrazarnos en público, ni salir corriendo a darnos un beso entre la gente. El aire huele ya a la Navidad. Estaban colocando las luces. En algunos sitios ya estaban puestas pero sin encender todavía. La crisis ha llevado a una moderación que debía ser de sentido común: aún con las castañas en la boca debíamos lanzarnos a cantar villancicos y salir en tropel a hacer las compras. Es mejor así: un cierto "olor" a Navidad sin tenerla del todo presente, un cosquilleo ante lo que se avecina -familia, comidas, regalos, recuerdos- y una espera dulce cuando aún se tienen niños en casa. A veces todavía nos sorprendemos de lo poco que se necesita para sentirse felices unos instantes. Buscamos con ansia la felicidad cuando deberíamos conformarnos, como decía el gran Aberasturi , con ser "moderadamente felices". Bienvenida esta sensaci

Éxitos ajenos y propios

Los éxitos propios nos llenan de orgullo. Nuestra autoestima crece, se refuerza, nos valoramos frente a la dureza del día a día y los fracasos -pequeños o grandes- que vamos acumulando. Y, sin embargo, no son esos éxitos sino los de las personas que queremos los que nos suelen hacer más felices. A los propios solemos ponerles peros, no nos acabamos de creer lo que valemos -si es que valemos, claro- o minimizamos lo conseguido hasta hacerlo tan pequeño que se diluye la alegría que pudimos obtener. Sin embargo esos éxitos ajenos de quienes son importantes en nuestra vida sabemos lo que valen. Hemos visto cómo han puesto su esfuerzo y su valía al servicio de una idea, de un sueño, de una lucha. Cómo, a pesar de dificultades, han llegado a una meta. Cómo han conseguido el triunfo por sus propios méritos. Nos alegramos con ellos como si fuéramos ellos mismos o aún más porque no caemos en la tentación de hacer pequeño lo conseguido. Enhorabuena por ese libro -"Química a infantil

El fuego

El fuego ha fascinado a la humanidad desde el principio de los tiempos. Por su poder, por su fuerza, por su utilidad y, cómo no, por su misterio, ha sido un elemento mágico en torno al cual tejer leyendas. Nos quedamos mirando una candela y podemos pasar horas y horas enfrascados en seguir el vaivén de las llamas y el salto de las chispas. Como elemento mágico que es centra muchas de las fiestas de la antigüedad y actuales. Hoy en día, en Cataluña, los diablos y sus correfocs y cercavilas de fuego llenan pueblos y ciudades a la hora de las fiestas. Yo siempre había sido espectadora y el corazón se me había acelerado cuando las chispas se acercaban y el olor a pólvora te bajaba por la garganta. Y sin embargo, jamás había probado esa experiencia hasta el pasado sábado. Aprovechando un "cursillo" para los papás y mamás acompañantes de diablos y tabalers hice mi bautismo de fuego. Ahí me tenéis, sin mucha gracia pero con mucho entusiasmo, haciendo girar la carretilla y r

Un rayito de sol

Hoy, después de cuatro largos días de lluvia furiosa, ha salido un poquito el sol. Rayitos de sol tibios, tímidos, pero que dan la vida. Somos seres nacidos para el calor, para la luz. La oscuridad, la lluvia, el viento... nos deprimen, nos acobardan, nos recuerdan lo poco que somos frente a la naturaleza, nos quitan el ánimo y la alegría. Pero hoy ha vuelto a salir el sol. Nuestra piel se ha sentido rejuvenecer y el alma se ha calentado con el cuerpo. En días así agradezco infinitamente ser mediterránea. Tener el mal tiempo como anécdota y el buen tiempo como acompañante. ¿Qué sería de nosotros en Finlandia? ¿Qué sería de los niños que le cantan al sol desde que empiezan a hablar? (Imagen: quindero.blogspot.com)

Un ramito de violetas

Ayer era el día pero no pude escribir esta entrada. No importa. Ahí va esta reflexión con ganas de ser optimista. "Quién la escribía versos, dime quién era, quién la mandaba flores por primavera. Quién cada nueve de noviembre, como siempre, sin tarjeta, la mandaba un ramito de violetas." Cómo encontrar una luz en una vida oscura. Cómo disfrutar con lo pequeño. Cómo ser feliz "así, de cualquier modo".  Cömo esperar con ilusión. Cómo darle sentido a una vida sin sentido.

Hay alternativas

Comparto la introducción de este libro que da un soplo de esperanza a los que cada día estamos más asustados con el "coco" que nos presentan los políticos y sus secuaces. En este enlace lo tenéis completo, colgado por los propios autores cuyo objetivo es que el mayor número posible de personas sepa que hay otras maneras de salir de aquí distintas a esta vuelta a la opresión que quiere el gran capital. Leedlo y difundidlo en vuestras páginas y blogs, en el trabajo, entre vuestros amigos y familiares. ¡Vale la pena! "Introducción Semanas antes de que termináramos de escribir este libro el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, afirmaba refiriéndose a la situación en la que se encontraba Grecia: "No hay alternativas ni plan B para Grecia. La alternativa es la catástrofe". Siempre dicen lo mismo: sólo se puede hacer lo que digan quienes están en el poder. Y cuando también insisten tanto en que la alternativa es el desastre, la ca

Chocolate con costura

Un velador. Tres suizos con churros. Conversación de costura: tildas, telas, estampados románticos, delicados encajes, adornos, detalles... Tres cabezas en torno a propuestas dulces. Proyectos de coser, decoración de la casa, ilusiones pequeñas que llenan agujeritos cotidianos... Una tarde relajada. ¡Qué poco necesitamos a veces para sonreír! Es noviembre, en la calle hace un calor extraño. Nos sobran las mangas; sabemos que vamos hacia el frío pero aún no nos ha alcanzado. Una noche de lluvia furiosa; otra que se avecina. Una tregua en este día raro de otoño. Los nudos del corazón se aflojan cuando disfrutamos de pequeños placeres. La sensación es como cuando un trocito de comida nos molesta en la garganta y la hacemos bajar, por fin, con un sorbito de agua o una miguita de pan. Benditos estos ratos que nos reconcilian con la vida. (Imagen: chocolateriasvalor.es)

Todos los santos

Hoy se celebra el día de Todos los Santos. A esta festividad se ha pasado la celebración que hace años se hacía el día de Difuntos (que es mañana, 2 de noviembre) ya que en nuestra sociedad nos movemos en función de los días festivos. Acabo de oír en el informativo que se venden el 30 % de todas las flores del año y sólo hay que seguir las noticias para ver el gentío que visita los cementerios: en pueblos, en ciudades, grandes y chicos, endomingados, llorosos todavía o con aire festivo. Es una manera de sacarse la espinita, el compromiso adquirido con los que formaron parte de nuestra vidas y ya se fueron. Antes la vida y la muerte estaban más imbricadas: desde el luto que distinguía desde lejos a aquellos que estaban de duelo hasta las visitas asiduas a los cementerios que estaban muy cerca -o literalmente dentro- de las poblaciones. En las casas los lugares de honor los ocupaban las fotos de los difuntos, colección que iba agrandándose, lógicamente, con el tiempo: los bisabuelos