Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2013

Concertinas

Esto es una concertina. Un acordeón de forma hexagonal u octogonal, de fuelle muy largo y teclados cantantes en ambas caras o cubiertas. Así la define el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Se inventó en el siglo XIX y es parecida a un bandoneón. Se pueden tocar con ella canciones de cuna. Se pueden tocar con ella fandanguillos. Se pueden seguir con ella ritmos alegres. Se pueden tocar con ella tangos. Hermanan. Crean artistas. No pueden ser esto. No deben ser esto. Imágenes: www.youtube, www.weel.com y  www.change.org

Todas las familias dichosas se parecen...

Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera. Ese es el arranque -magistral- de Ana Karenina . Después de esa frase se puede contar cualquier historia -la de Tolstoi es la de una pasión amorosa con un triste final-. Cuando vivimos en la dicha, aunque no seamos conscientes de ello, somos más que nunca iguales a los demás. Nos igualamos a través de la sonrisa, del optimismo, de la serenidad, de la ilusión. Y, sin embargo, nos creemos diferentes precisamente en esos momentos en que más iguales somos a los otros.  La felicidad nos eleva por encima de los tejados de la mediocridad y dejamos de ver a la multitud entre la que nos encontramos. Solo las imágenes que podamos descubrir posteriormente  -esas fotos, esas grabaciones...- nos descubren tan comunes, tan corrientes... Y sin embargo, ¡la desdicha nos hace tan diferentes! Las tragedias personales -cotidianas a veces, de un alcance infinito en ocasiones- nos transforman a cada uno d

Yinguelbels

Hoy es 15 de noviembre. Hace dos días que cambié el armario pero con reservas: angustia al tocar los chaquetones acolchados, repelús al rozar la pana... Dejo fuera camisetas de tirantes y chaquetitas de entretiempo. Hoy, a trabajar con medias y con la cazadora en la mano.. Y me paro un momento delante de un chino y... ¡me entra una congoja! ¡Todo el escaparate lleno, pero LLENO, de bolas, espumillones, nieve artificial, postales navideñas, figuritas de Papa Noel, belenes, calendarios de adviento...! ¡Agggggggg! No puedo con la Navidad. Soy muy Grinch para eso, qué le vamos a hacer. Solo la disfruté en los pongamos primeros 12 años de mi vida y en los primeros años de ser mamá. Ahora, a pesar de tener una niña, como esta  ya ha traspasado la línea de los Reyes Magos estas fiestas quedan muuuuuuuuuuy devaluadas. En fin, a lo que iba. Que apenas acabamos de digerir los panellets y celebramos con un suspiro de alivio que hayan quitado arañas, telarañas y brujas de los aparadore

San Martín de Tours o la generosidad bien entendida

La historia explica que San Martín nació en Hungría, en el año 316. Aunque sus padres eran paganos él se acercó al cristianismo cuando estudiaba en Pavía. A sus padres -siempre los padres intentando torcer la voluntad de los hijos- no les gustaba el giro que tomaba su vida y le obligaron a ingresar en el ejército. Es ya siendo soldado cuando sucedió el hecho que tanto se repite y que ha marcado la historia de este santo: entrando en Amiens a caballo se encuentra con un mendigo casi helado. Con la espada parte su capa y la divide para compartirla con él. La historia deja entrar a la leyenda -o a la historia verdadera, para los creyentes- y resulta ser el mismo Cristo a quien ha tapado. Para premiarlo por su buena acción Dios concede en este ya frío tiempo unos días de bonanza, el veranillo de San Martín. Una vez en la carrera eclesiástica es ordenado obispo de Tours en el 371 y muere en el año 397. Martín se considera un apóstol y un hombre muy influyente en toda la espiritua

Nueve de noviembre o el alexitímico que ayudó a vender miles de discos.

"Era feliz en su matrimonio  aunque su marido era el mismo demonio.  Tenía el hombre un poco de mal genio  y ella se quejaba de que nunca fue tierno.  Desde hace ya más de tres años  recibe cartas de un extraño.  Cartas llenas de poesía  que le han devuelto la alegría  Quién la escribía versos, dime quien era.  quién la mandaba flores por primavera.  Quién cada nueve de noviembre,  como siempre sin tarjeta,  la mandaba un ramito de violetas.  A veces sueña y se imagina  cómo será aquel que tanto la estima.  Sería un hombre más bien de pelo cano,  sonrisa abierta y ternura en las manos.  No sabe quién, sufre en silencio,  quién puede ser su amor secreto.  Y vive así, de día en día,  con la ilusión de ser querida.  Quién la escribía versos, dime quién era, quién la mandaba flores por primavera. Quién, cada nueve de noviembre,  como siempre sin tarjeta,  la mandaba un ramito de violetas  Y cada tarde, al volver su esposo,  cansado del trabajo, la mira

Opiniones MUY personales y altamente discutibles (I)

Todo me gusta de Muñoz Molina excepto dos cosas. Primero, su pasión por Nueva York. Desde la ignorancia más absoluta que me da el no haber viajado allí nunca, puedo decir que es una ciudad que me da grima. Ruidosa, excluyente, prepotente... Desconocida de tan conocida a través de películas, músicas, series, novelas... Símbolo de un país que se considera a sí mismo el ombligo del mundo (cómo será que se llaman "americanos", como si fueran los únicos). Defensores de la paz a través de la guerra. Salvadores. Puritanos. Dueños del universo. De todos los viajes -miles- que me faltan por hacer sería Nueva York uno de los últimos destinos que elegiría. Cuanto más leo en Muñoz Molina a su favor más me afianzo en mi idea de que renunciaré a ese viaje si me toca en una tómbola. Me fascina como escenario de tragedias y comedias pero no puedo entender porqué el sabio de Úbeda es capaz de vivir allí la mitad del año. Ninguna de las razones que esgrime en sus libros y artículos, d