Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019

Mi padre. Biografía de lo cotidiano I

Mi padre tenía un diente de oro. Maravilla de las maravillas, en la boca de mi padre refulgía un tesoro. Que sus paisanos también lo tuvieran no era demérito ante mis ojos. El oro de la boca de mi padre era el oro de los Reyes Magos, el oro de las minas del Rey Salomón, el oro de los pioneros, el oro de los piratas. Mi padre tenía una Ducati. La guardaba en un enorme garaje al que yo lo acompañaba a veces. Las mañanas de los domingos me acomodaba entre sus brazos sobre el depósito de gasolina y mi madre, con su pañuelo anudado bajo la barbilla, se aferraba a su espalda. Los tres, como salidos de una película neorrealista, enfilábamos calle abajo hacia los bloques de Bellvitge. Nunca nadie fue más feliz. Mi padre se ponía a menudo un clavel en la solapa. Porque en aquellos años de desarraigo, todos los paisanos se reunían en bodas, bautizos y comuniones. Los hombres, con su puro y su clavel. Las mujeres, con su cigarrillo y su peinado de crespado imposible. El clavel de mi padre