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Mostrando entradas de diciembre, 2021

Lo que pido al 2022

Viajamos en una nave que completa hoy su trayecto alrededor del sol, cerrando así un ciclo de vida. Cuando lleguen las doce y las campanadas den fe del cambio de año, entre los gestos rituales de las uvas, el cava y las sonrisas, hemos de sacar unos segundos para pedir deseos para nosotros y para aquellos que apreciamos y que pueblan nuestro mundo. Es difícil elegir algo de entre todo lo que nos falta o de entre todo lo que se tiene y se quiere conservar. Algunos se aventuran a pedir que se cumpla un sueño que llevan largo tiempo acariciando. Los más conformistas piden quedarse como están. Los perezosos hacen suyos los deseos comunes y piden paz y alegría en el mundo, como si eso no dependiera de que se cumplan miles de anhelos previos. Hay quien esconde deseos, demasiado arriesgados para nombrarlos, y espera que se cumplan mágicamente solo por no decirlos en voz alta. Esperan que este que empieza sea, por fin, su año. Y hay quien ya no tiene deseo alguno porque siente que todo lo que

Agradecimiento

Hay gentes que fueron nosotros antes de nosotros mismos.  Los nuestros, el camino que utilizamos para venir a la vida, con su carácter, sus ilusiones y sus hechos abren una vereda a la que nos incorporamos un día, sin ser preguntados. Tenemos de ellos bueno y malo. Sus ojos, su pelo, la manera de caminar, un gesto cuando estamos descuidados, un instante de ira, un mal responder, la sensibilidad, la simpatía, la desidia o el empuje, el optimismo, la forma de ver el mundo, el conformismo, la rebeldía, la sonrisa... Revoloteamos a su alrededor en la infancia; huimos despavoridos en la adolescencia; volvemos poquito a poco en la madurez; les perdonamos; les pedimos perdón; los entendemos... Nos van abandonando. A veces, cuando les toca; a veces, cuando aún no era su hora. Les lloramos y seguimos con coraje mientras somos jóvenes. Pero a medida que pasan los años, cada pérdida es una congoja mayor. Nos van haciendo huérfanos, en el sentido más amplio de la palabra: nos dejan a la intemperie