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Éxitos ajenos y propios

Los éxitos propios nos llenan de orgullo. Nuestra autoestima crece, se refuerza, nos valoramos frente a la dureza del día a día y los fracasos -pequeños o grandes- que vamos acumulando.

Y, sin embargo, no son esos éxitos sino los de las personas que queremos los que nos suelen hacer más felices.
A los propios solemos ponerles peros, no nos acabamos de creer lo que valemos -si es que valemos, claro- o minimizamos lo conseguido hasta hacerlo tan pequeño que se diluye la alegría que pudimos obtener.

Sin embargo esos éxitos ajenos de quienes son importantes en nuestra vida sabemos lo que valen. Hemos visto cómo han puesto su esfuerzo y su valía al servicio de una idea, de un sueño, de una lucha. Cómo, a pesar de dificultades, han llegado a una meta. Cómo han conseguido el triunfo por sus propios méritos.
Nos alegramos con ellos como si fuéramos ellos mismos o aún más porque no caemos en la tentación de hacer pequeño lo conseguido.

Enhorabuena por ese libro -"Química a infantil i primària. Una nova mirada"- que Jesús Chivite y sus compañeros de grupo han "parido" con dolor.

Comentarios

  1. Des de aquí mi más sincera enhorabuena de nuevo a los autores y a tí por la parte que te corresponde.
    Un beso.

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