El jueves fue el Día de la Felicidad.
Parece ser que este día fue escogido por la ONU hace ya dos años para concienciar sobre la importancia del bienestar para el desarrollo pleno de los seres humanos y que así, los estados miembros fomentasen políticas públicas que reconozcan la importancia de la felicidad en la vida de todos.
Y es un empeño loable porque ¿quién puede discutir que la felicidad es importante para los seres humanos? y ¿quién podría oponerse a que se creasen políticas de estado que reconozcan la importancia de la felicidad?
Lo que pasa es que la solución tipo "vamos a crear un Día de la Felicidad y ya verás tú qué bien" es una solución manifiestamente inútil como todo beneficiario de un Día de... sabe.
Y es que este santoral laico en el que estamos instalados nos permite creer que hacemos algo por alguien, por algo o por nosotros mismos. Las instituciones o los organismos, las agrupaciones o las asociaciones, los estados o las corporaciones instauran el día de... ¡y a correr!
Vamos a ver: en enero tenemos celebraciones tan variopintas como el Día Mundial de la Nieve (19 de enero), Día Mundial de la Lepra (28) o Día Mundial de la No Violencia (30). En febrero podemos celebrar el Día del Orgullo Zombi, que es el 4, el Día Mundial del Soltero (13) o el Día del Pensamiento Scout (22). Llegado marzo nos podemos apuntar al Día Mundial del Glaucoma (12), Día Mundial del Sueño y Día Mundial de la Felicidad (20) -qué fantástico que ambos coincidan- o el Día Mundial de la Marioneta (21).
En abril podemos escoger, entre otros muchos, el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo (1), el Día Internacional del Beso (13) o el Día Africano del Paludismo (25). Mayo nos ofrece el Día Mundial de las Familias (15), el Día del Orgullo Friki (25) o la Semana de Solidaridad con los pueblos de todos los territorios coloniales (25). Y así podemos seguir hasta acabar celebrando en diciembre el Día Internacional de las Montañas (11).
Y tan felices.
Felicidad, qué bonito nombre tienes.
Imagen: colectivosinetiqueta.wordpress.com
Parece ser que este día fue escogido por la ONU hace ya dos años para concienciar sobre la importancia del bienestar para el desarrollo pleno de los seres humanos y que así, los estados miembros fomentasen políticas públicas que reconozcan la importancia de la felicidad en la vida de todos.
Y es un empeño loable porque ¿quién puede discutir que la felicidad es importante para los seres humanos? y ¿quién podría oponerse a que se creasen políticas de estado que reconozcan la importancia de la felicidad?
Lo que pasa es que la solución tipo "vamos a crear un Día de la Felicidad y ya verás tú qué bien" es una solución manifiestamente inútil como todo beneficiario de un Día de... sabe.
Y es que este santoral laico en el que estamos instalados nos permite creer que hacemos algo por alguien, por algo o por nosotros mismos. Las instituciones o los organismos, las agrupaciones o las asociaciones, los estados o las corporaciones instauran el día de... ¡y a correr!
Vamos a ver: en enero tenemos celebraciones tan variopintas como el Día Mundial de la Nieve (19 de enero), Día Mundial de la Lepra (28) o Día Mundial de la No Violencia (30). En febrero podemos celebrar el Día del Orgullo Zombi, que es el 4, el Día Mundial del Soltero (13) o el Día del Pensamiento Scout (22). Llegado marzo nos podemos apuntar al Día Mundial del Glaucoma (12), Día Mundial del Sueño y Día Mundial de la Felicidad (20) -qué fantástico que ambos coincidan- o el Día Mundial de la Marioneta (21).
En abril podemos escoger, entre otros muchos, el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo (1), el Día Internacional del Beso (13) o el Día Africano del Paludismo (25). Mayo nos ofrece el Día Mundial de las Familias (15), el Día del Orgullo Friki (25) o la Semana de Solidaridad con los pueblos de todos los territorios coloniales (25). Y así podemos seguir hasta acabar celebrando en diciembre el Día Internacional de las Montañas (11).
Y tan felices.
Imagen: colectivosinetiqueta.wordpress.com
Cada vez que sienta algo parecido a la felicidad lo voy a apuntar...(para que no se me olvide). Pena que quizás no coincida con el día de su onomástica.
ResponderEliminarUn beso.