Hace ya algunos años —cuando la gente llamaba practicantes a los ATS, luego enfermeros—, había siempre quien tenía una pequeña consulta, a veces en su casa, para poner inyecciones a quienes lo necesitaran.
Era esta una necesidad básica porque los médicos, no hace mucho, eran partidarios irredentos de los pinchazos; de tal manera que, si había que elegir entre jarabes o pinchazos, elegían pinchazos; si había que elegir entre pastillas o pinchazos, elegían pinchazos; si había que elegir entre supositorios y pinchazos... bueno, ahí ya dudaban, que el tema de la afición a recetar supositorios daría para otra publicación.
A lo que iba, que había mucha gente que necesitaba seguir un tratamiento con inyectables, fuese martes, sábado o fiesta de guardar.
Y ahí estaban los voluntariosos practicantes —no todos con título, que los había diletantes del pinchazo, como los hay del ciclismo— a los que recurrir en domingos y festivos.
Que pierdo el hilo: esto viene a que había un señor (ya fallecido, el pobre) en un barrio cercano, llamado Primitivo (el señor, no el barrio), que estaba sieeeempre de guardia excepto dos días en el año: Navidad y Viernes Santo.
Mucho antes de que se inventaran los centros comerciales non stop, las farmacias de 24 horas, las panaderías 7/7 o los chinos sin hora de cierre, ahí estaba él, 363 días (o 364, si el año era bisiesto) dispuesto a administrar lo que cariñosamente llamábamos pinchazo.
Y después de esta revuelta, que parecía no conducir a ningún sitio, me centro en lo que quería decir: que hoy es Viernes Santo y todo el mundo tendría que estar en la calle (de ahí el ejemplo del Sr. Primitivo que huía, él también, cosa inaudita, a una casita que tenía en el campo).
Estarían en las calles los penitentes y los costaleros con sus pasos, acompañados del público con fe, con curiosidad o con la atracción, a veces incomprensible, que tiene la liturgia perfeccionada por los siglos.
Estarían en las playas los adoradores del sol, exponiendo sus carnecitas blancuzcas a la primera fritura.
Estarían en los veladores de las terrazas los amigos, los fiesteros, los precursores del ocio estival.
Estarían en las aceras de las ciudades los caminantes.
Estarían en los caminos los senderistas, los que buscan paisajes que otear.
Estarían en las carreteras los automovilistas, atascados o no, en búsqueda de otros horizontes, los que fueran, diferentes a los cotidianos.
Estaríamos todos en la calle.
Y todo estamos en las casas. Todos contestaremos lo mismo cuando nos digan qué hicimos la Semana Santa del 2020. Todos en el paisaje más conocido, más acogedor y del que queremos hacer un sitio de reposo y no una cárcel.
Eso, los que tenemos suerte.
Otros, peleando en ambos lados de la batalla, evocarán tubos y cables y olores de sufrimiento.
Va por estos últimos este recuerdo de otras Semanas Santas.
2012.
Disfrutando al aire libre con gente querida.
Celebrando la Mona.
2013.
Paisajes relajantes.
Procesiones.
2014.
La playa, ya tan deseada.
Procesiones diminutas.
2015.
Con más gente querida.
Procesiones con solera.
2016.
Con mimos.
Relajantes paseos.
2017.
Con amigos queridos.
Reencuentros felices.
2018.
San Marcos.
Sant Marc.
2019.
Ayudando a una mudanza.
Con Julieta en libertad.
Y llegó 2020.
Todo desde las alturas.
Salud y a por la del 21.
Fotografías y vídeo:
2012:
Abuelos Teodoro y Ana Mari. Campo. 7 de abril.
Martín e Inés. La Mona. 10 de abril.
2013:
Paisaje en los baños de Fitero. 28 de marzo.
Procesión en Cintruénigo. 29 de marzo.
2014:
Playa de Calafell. 18 de abril.
Procesión en La Juncosa del Montmell. 18 de abril.
2015:
En el pantano y la cochera. Cuevas de San Marcos. Con la tita, el tito, Inés y el abuelo Antonio. 30 y 31 de marzo.
Procesión de los estudiantes en Cáceres. 3 de abril.
2016.
Con Abel en El Montmell. 24 de marzo.
La fuente en las afueras de El Montmell. 27 de marzo.
2017.
Picnic en el Llano el Rufo. Amigos queridos. 10 de abril.
La alegría del reencuentro con Abel. 14 de abril.
2018.
Iglesia de San Marcos Evangelista. Cuevas de San Marcos. 27 de marzo.
Església de Sant Marc. La Juncosa del Montmell. 30 de marzo.
2019.
Ayudantes de mudanza. Barcelona. 15 de abril.
Julieta en el patio de El Montmell. 19 de abril.
2020.
Mi calle, lado norte. 10 de abril, 10:53.
Mi calle, lado sur. 10 de abril, 11:52.
Comentarios
Publicar un comentario