Si la pasas en compañía, el bullicio y los brindis y las risas te harán creer que el mundo tiene arreglo y la vida, compostura, y las gentes, apaño.
Si la pasas en soledad, contando las que tuviste y las que quizá te quedan, puede que haya conformidad o desesperación, esperanza o resignación, tristeza o calma.
Cualesquiera que sean tus circunstancias, recuerda que mañana saldrá el sol un poquito antes que hoy; recuerda que quien te quiere a veces está a punto de entrar por la puerta; recuerda que las promesas y los desengaños están hechos de la misma masa; recuerda que la vida es más que un brindis y una pose; recuerda, por encima de todo, entre risas o mirando a través del cristal de la ventana, que las mejores noches no suelen ser las que se escriben en mayúsculas.
Imagen: yo misma.
Todo está por hacer y todo es posible. La vida es incierta hasta su fin. Otra casuística: aquí fuimos dos y una perrilla, pero sin bullicio y pocas risas . Por cierto, nos acordamos de tí aunque tarde. Un brindis por todo lo venidero y por lo vivido, Ana.
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